Reconstrucción del ser, aquel que también querrá volar
Tomé cada diminuta partícula rescatada,
las observé,
comencé a reconstruir,
ya no era el mismo, era el ser de una otra.
En la restauración, nada vuelve a ser igual.
A partir de aquel ineludible instante
de la escisión del ser,
quedan profundos baches silenciosos,
partículas no encontradas.
Como las partículas de arena,
que el viento desparrama y desarma.
La consecuencia de Hiroshima,
las circunstancias, la palabra.
Y las infinitas partículas,
ya atravesadas por el tiempo.
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